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poemas sin casa.

Giordana García Sojo

Ramales

I

Lamí el polvillo de la tiniebla

durante dos caídas de sol

cuando los suicidas vinieron a estrujarnos el pecho

y erizaron el rizo de las cabras 

Sudé el alcohol de tu piedad 

sin báculo ni tiento

-éramos la insoportable rozagancia-

Dos veces renunciaste a tu primer nombre 

cabalgaste el monte maternal

un puñal mío diluyó tu absoluto

A cambio 

me llevé una ponzoña de fe rabiante

El amor, cuando es demasiado, corrompe

fracaso esplendoroso

como joven cuerpo en descomposición

acunado por manglares cristalinos.


II

Error marcó el inicio

una cicatriz gruesa y ajena

acechó cada acto

No pude ni quise

aun cuando atravesé todas las pieles.

Imaginemos un baño turco…

esa mezcla entre la mugre turista y la limpidez del tiempo

yo allí, oculta en tu veneno

mácula sedosa

De esa traza nació el asco

una cuadrícula perfecta de apatía

levantada para ti 

abandonada para ti

Nos refundamos lejos

sin vástago

sin sueño  

sin tibia responsabilidad

sorda caricia para no más

Nunca más


III

Matar al padre no es suficiente

tentadores demonios 

se acurrucan bajo axilas y entreporos

Jamás diste la caricia exacta

Nos apoyamos en el paisaje

páramo fluorescente

coronado por círculos de aves

rotos por nuestra adicción al ángulo agudo

-la patria de la angustia-

Guardamos el corazón de las semillas

la habilidad de leernos las entrañas

vaticinarnos los giros de la rueda

sobre cada rastro, sobre cada pedazo

recíproco goce de quienes se saben perdidos


IV

Los hombres que amé viven

succionan musgo en los bordes de mi cabaña

Allí todo es brillante textura de oniria

Durante algunas tardes 

aparecen salamandras y pardillos 

abocados con euforia

sobre la piel de aquellos hombres

quienes dóciles se dejan mordisquear

hasta dejar ver sus osamentas 

guardadas por mis manos de cuidar

Nunca desaprendí el juego de la reconstrucción:

arrasar la tierra

entibiar el aliento 

elevar líquenes de leche

pronunciar el verbo animal

fuerza ejercida sin aspavientos

crecer

hacerlos suave crecer

hasta sentir sus lenguas eléctricas

atravesar los ramales de memoria.

Foto: Clara Briceño Zappacosta


Giordana García Sojo nació en Caracas, Venezuela. Editora, investigadora social y promotora cultural. Licenciada en Letras por la Universidad de Los Andes (ULA). Cursó la maestría en Antropología Social de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y el diplomado en Gestión y Promoción de los Derechos Culturales por la misma casa de estudios. Entre 2013 y 2017 dirigió la Fundación Editorial El perro y la rana. Actualmente edita el espacio transmedia #PoesíaEnCasa, forma parte del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag) y es profesora de Literatura Venezolana en la Universidad Central de Venezuela (UCV). Ha publicado ensayos y poemas en antologías, compilaciones y revistas de América Latina. Ha representado a Venezuela en las Ferias del Libro de Buenos Aires y de La Habana. Coguionista de los proyectos de video arte A.L.M.A. (Amaká, 2020) e Ínsula (en edición). Autora y co-compiladora del libro Venezuela, vórtice de la guerra del silgo XXI (La Fogata, El Colectivo, 2020).

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